viernes, 27 de septiembre de 2013

Radiologia de cara y cuello

 VÍA AÉREA SUPERIOR

     Los aparatos respiratorio y circulatorio convergen a nivel del pulmón en una función trascendente para el metabolismo celular, cual es, el intercambio de gases (oxígeno y anhídrido carbónico) a nivel de los alveolos pulmonares. Con la participación del aparato respiratorio, que con sus conductos bronquiales permite llevar el aire inspirado, hacia los alvéolos y con el aparato circulatorio, que a través de los capilares del circuito pulmonar (o menor), pone en contacto íntimo ese aire con la hemoglobina de los glóbulos rojos, se logra materializar el intercambio de gases.

     En el aparato respiratorio se distinguen: La vía aérea superior, que comprende aquellas cavidades ubicadas por sobre la entrada a la laringe, esto es, fosas nasales y faringe; y la vía aérea inferior que incluye laringe, tráquea y bronquios. Al final de la vía aérea inferior se encuentran los alvéolos pulmonares.

Fosas Nasales
     La cavidad nasal corresponde a la primera porción de la vía aérea superior y es un espacio común entre el cráneo y la cara. Esta cavidad se constituye por dos partes, una zona anterior, llamada nariz o pirámide nasal y otra posterior, las fosas nasales propiamente tales.

Nariz
     Estructura piramidal constituida de una porción ósea y una porción cartilaginosa. La parte superior de la nariz tiene es esqueleto óseo, formado por los huesos nasales, las apófisis frontales de los huesos maxilares, la porción nasal del hueso frontal, y las porciones óseas del tabique nasal; en cambio, la zona inferior posee un esqueleto cartilaginoso formado por los cartílagos alares mayor y menor, el cartílago lateral, y la porción cartilaginosa del tabique nasal. Estos cartílagos y la piel que las cubre delimitan las narinas u orificios nasales (nares), a través de las cuales se accede a un espacio, el vestíbulo nasal, región desprovista de mucosa, cubierta por piel modificada y que presenta folículos pilosos denominados vibrisas; estos gruesos pelos están encargados de captar partículas extrañas que ingresan al respirar, constituyendo la primera barrera de defensa de la vía respiratoria.
     La piel que cubre la zona ósea de la nariz es delgada y se desliza fácilmente sobre los planos profundos; la piel que cubre la zona cartilaginosa de la nariz es gruesa, adherida a los planos profundos y con abundantes glándulas sebáceas.
     Los cartílagos nasales se encuentran en relación directa con músculos faciales como el depresor del septo nasal y el músculo nasal, elementos que van a permitir cierto movimiento de esta piezas cartilaginosas, generando así el “aleteo nasal”.

Funciones de la Cavidad nasal.
      Ingresar el aire oxigenado, fijando en el mucus las partículas extrañas inspiradas (función detersoria).
      Eliminar los desechos respiratorios, principalmente dióxido de carbono, hacia el exterior.
      Temperar y humectar el aire que respiramos, acondicionándolo para su tránsito hacia los alvéolos pulmonares.
      Detectar partículas odoríferas, debido a que en la porción superior de este segmento se encuentra el epitelio olfatorio.
      Participar en la fonación, sirviendo como resonador de la voz, función donde participan los senos perinasales.

Límites de la Fosa Nasal

1. Abertura anterior o también llamada abertura piriforme, reborde óseo formado por los maxilares y los huesos nasales. Es en esta abertura se fijaran los cartílagos de la nariz. En la zona baja de esta abertura se forma un pliegue, el limen nasal, que separa el vestíbulo nasal de la fosa nasal.

2. Las coanas son orificios que comunican a la cavidad nasal hacia interior.

3. El techo de la cavidad nasal, es la parte más angosta y anfractuosa de la cavidad nasal. Está formado por el hueso frontal, la lámina cribosa del etmoides y el cuerpo del esfenoides. La lámina cribosa del etmoides es atravesada por los nervios olfatorios, elementos que se distribuyen por el epitelio olfatorio (pituitaria amarilla), zona que en los animales microosmáticos como el hombre presenta un área de 4 cm2. En la zona posterior del techo se observa el receso esfenoétmoidal, zona donde desemboca el seno esfenoidal.

4. El piso, rectilíneo y ancho, está conformado por los procesos palatinos del hueso maxilar y la lamina horizontal del hueso palatino que hacia posterior conforma la espina nasal posterior.
     En la parte más anterior del piso de la cavidad nasal se encuentran dos orificios, uno a cada lado de la línea media, que van a formar el canal incisivo por donde pasará el paquete vasculo nervioso nasopalatino.

5. La pared medial de la fosa nasal, corresponde al tabique nasal compartido por ambas fosas nasales; este tabique es cartilaginoso en la zona anterior (cartílago del tabique, que soporta a la nariz cartilaginosa) y óseo hacia la zona posterior, formado por el hueso vómer y la lámina perpendicular del etmoides.

6. Pared lateral de la cavidad nasal está constituida por:
a). Los huesos nasales
b). Proceso frontal del maxilar
c). Concha nasal superior y media del etmoides
d). Concha nasal inferior
e). Hueso lagrimal
f).  La lámina vertical del palatino
g). Cara medial del ala medial del proceso pterigoides

     A diferencia de lo liso y regular que es la pared septal, en la pared lateral observamos tres relieves óseos convexos hacia medial, dispuestos en sentido antero-posterior, las conchas (o cornetes) nasales superior (la más pequeña), media e inferior (la más larga). Estos elementos, por su forma y disposición, van a acelerar el aire inspirado (efecto de turbina), permitiendo que roce contra las paredes para que la mucosa respiratoria pueda humedecer, entibiar y “filtrar” el aire. Entre la parte cóncava (lateral) de las conchas y la pared lateral de las fosas nasales se forman unos espacios, los meatos nasales, que toman el nombre de la concha nasal que los delimita; entonces, observamos en cada fosa nasal el meato superior, medio e inferior.




     A nivel del meato inferior, en la zona anterior de él, se abre el conducto nasolagrimal, elemento que provee de un flujo constante de lágrima que, al evaporarse, permite humedecer el aire inspirado.
     A nivel del meato medio desembocan, de ventral a dorsal: el seno frontal, las celdillas etmoidales anteriores y medias y el seno maxilar.
     En el meato superior desembocan las celdillas etmoidales posteriores. A nivel del receso esfenoidal que drena el seno esfenoidal.



CAVIDADES (SENOS) PERINASALES

1. Las cavidades perinasales: son cavidades pares, anexas a las fosas nasales, formando porciones huecas de los huesos que las alojan, cubiertas por mucosa respiratoria. Estas cavidades producen mucus que drena hacia las fosas nasales.

2. El seno maxilar: se localiza en el hueso maxilar, presenta una forma piramidal, cuya base se relaciona con la pared lateral de cavidad nasal y el vértice con el hueso cigomático. La zona inferior de este cavidad tiene relación con las raíces de molares y premolares superiores.

3. Celdillas etmoidales: se encuentran labradas en las masas laterales del hueso etmoides, dándoles una forma de panal conocido como laberinto etmoidal. Como dijimos, las celdillas etmoidales anteriores y medias desembocan en el meato medio y celdillas etmoidales posteriores lo hacen en el meato superior.

4. Seno Frontal: ubicados en la zona anterior del hueso frontal, se extiende por encima del borde supraorbitario. El seno frontal tiene desemboca en el meato medio denominada Infundíbulo, la cual es una celdilla etmoidal anterior.

5. Seno Esfenoidal: Los Senos esfenoidales se separan por un septo y se encuentran al interior del cuerpo del esfenoides. Se abre en el techo de las fosas nasales, en el receso esfeno-etmoidal.


FARINGE

     La faringe corresponde a un canal mucoso, membranoso y muscular, dispuesto ventral a la columna vertebral, que se extiende desde la base del cráneo hasta el nivel de la sexta vértebra cervical. Este canal se encuentra abierto hacia ventral y se relaciona sucesivamente, de arriba abajo con:
• Fosas nasales, nasofaringe
• Cavidad oral, bucofaringe
• Laringe, laringofaringe (zonda donde ocurre el cruce con de las vías aérea y digestiva), para continuarse con el esófago.


Endofaringe
1.    Nasofaringe:
Corresponde a la porción nasal (cavum) de la endofaringe. Se extiende desde la bóveda de la faringe hasta el velo del paladar. Hacia ventral comunica con las coanas. En su pared lateral desemboca la tuba auditiva, conducto que comunica con el oído medio.

2.    Orofaringe
Se extiende desde el velo del paladar hasta un plano horizontal que pasa por el borde superior de la epiglotis. Hacia ventral comunica con la cavidad oral a través del istmo de las fauces, estrecho formado por los pliegues palatoglosos (o pilares anteriores del velo, formados por el músculo del mismo nombre). Hacia atrás de estos se disponen los pliegues palatofaríngeos (o pilares posteriores del velo). En su pared lateral, entre los pilares anterior y posterior del velo palatino se ubica la tonsila (amigdala) palatina.

3.    Laringofaringe
Corresponde a la región más estrecha de la faringe. La laringe se proyecta hacia el lumen de la laringofaringe, situación que explica las crisis de sofocación provocadas cuerpos extraños retenidos en esta zona.
     Esta estructura se continúa hacia caudal con el extremo superior del esófago y comunica hacia delante, a través del adítus laríngeo, con la laringe. Entre la laringe y la pared faríngea se forman los recesos piriformes, por los cuales se desplaza el bolo alimenticio hacia el esófago.



Estructuralmente este canal presenta de adentro hacia fuera una mucosa, una submucosa con tejido linfoide, una fascia llamada fascia faringobasilar, firme, que da estructura de soporte de la faringe y una capa muscular estriada formada por los músculos constrictores de la faringe.
En la mucosa faríngea existe abundante tejido linfoide, que sirve de barrera defensiva a las infecciones que ingresen al organismo por esta vía. El conjunto de estas estructuras forman el círculo (anillo) linfático de la faringe (Waldeyer).

Capa muscular
Está compuesta por diez músculos, cinco a cada lado. Por fuera de estos músculos se dispone un delicado tejido conectivo laxo, la fascia bucofaríngea.

Músculos constrictores:
Corresponde a un grupo de músculos triangulares, con dirección hacia ventral, que se ubican uno sobre otro. Al contraerse disminuyen y acortan el espacio de la faringe, lo que genera una acción peristáltica que desplaza al bolo alimenticio a través de la faringe (deglución faríngea).
  1. 1.   Constrictor superior, extendido desde el rafe medio faríngeo hasta el proceso pterigoides, el rafe pterigo-mandibular y la mandíbula.
  1. 2.    Constrictor medio, extendido desde el rafe medio hasta el hiodes.
  1. 3.    Constrictor inferior, extendido desde el rafe medio hasta los cartílagos tiroides y cricoides.


Músculos Elevadores.
     Corresponden a dos músculos cuya función será elevar la faringe y la laringe durante la deglución. Cuando estos músculos contraen y elevan la faringe, los músculos constrictores se acortan, por ende se ensancha el espacio de la faringe y se abren los recesos piriformes, permitiendo el paso del bolo alimenticio hacia el esófago.

1.    Músculo estilofaríngeo;
Se extiende desde el proceso estiloides, ingresa a la faringe entre el constrictor superior y medio, para fijarse en la pared faríngea y el cartílago tiroides.

2.    Músculo palatofaríngeo;
Forma el pilar posterior del velo palatino, se extiende desde el velo del paladar y de la tuba auditiva (porción salpíngea) hasta la pared faríngea y el cartílago tiroides

Laringe
     La laringe es un órgano que conduce el aire desde la faringe hacia la tráquea. Se forma por la superposición de los cartílagos laríngeos, cubiertos internamente por mucosas respiratorias y unidas por la musculatura intrínseca de la laringe. Se sitúa por delante de la región inferior de la faringe, con la cual se comunica a través de aditus laríngeo. Hacia ventral se relaciona con la lengua y el hueso hioides, continuándose con la tráquea hacia caudal.
     La entrada o aditus laríngeo está limitado por el borde superior de la epiglotis y los pliegues ariepiglóticos. Este espacio, más o menos oval, se encuentra en un plano oblicuo, hacia arriba y atrás y comunica con la laringofaringe.
     La laringe se compone principalmente por cinco estructuras cartilaginosas superpuestas, dos pares y tres impares, todos unidos entre sí por pequeñas articulaciones sinoviales. Estos cartílagos articulan con membranas que sellan el espacio y se unen a elementos musculares extrínsecos de la laringe permiten la fonación.

Cartílagos Pares 
1.    Cartílagos Aritenoides:
Cartílagos piramidales de base triangular. Se articulan es su parte superior con los pequeños cartílagos corniculados.
En la base del cricoides se disponen los procesos vocales y musculares. El proceso vocal, se orienta hacia medial y sirve de inserción para el ligamento vocal. El proceso muscular, se orienta hacia lateral, y sirve de inserción para los músculos cricoaritenoídeo lateral y cricoaritenoídeo posterior.

2.    Cartílagos Corniculados:
Corresponden a dos pequeños cartílagos, que se articula superior y medial a los cartílagos aritenoides.


Cartílagos Impares
1.    Cartílago Epiglótico:
Cartílago elástico con forma de paleta, situado en la parte alta de la laringe. Al descender permite el cierre del aditus laríngeo durante la deglución.

2.    Cartílago Tiroides:
Es un cartílago incompleto, con forma de un libro abierto hacia posterior. Su borde superior presenta la incisura tiroidea en el centro y hacia lateral se observan los cuernos superiores, eminencias de inserción muscular. En la cara interior del cartílago tiroides se insertan los ligamentos vocales.

3.     Cartílago Cricoides:
Corresponde al primer anillo traqueal modificado y le da soporte a la laringe. Tiene la forma de un anillo con la placa orientada hacia posterior. Sobre esta placa se articulan los cartílagos aritenoides


ENDOLARINGE (LUMEN)

     La mucosa laríngea corresponde a un de epitelio de tipo respiratorio, ciliado pseudoestratificado, sin embargo, a nivel de los pliegues (cuerdas) vocales inferiores el epitelio es de tipo pavimentoso (células planas dispuestas en varias capas).

La laringe presenta dos pares de pliegues dispuestos en sentido anteroposterior. Por cefálico los pliegues vestibulares (cuerdas vocales superiores o falsas) y por caudal los pliegues vocales (cuerdas vocales inferiores o verdaderas), que delimitan entre si un espacio llamado glotis. Lateral a la zona ubicada en el pliegue vestibular y el pliegue vocal se forma una hendidura que se extiende hacia afuera llamada ventrículo laríngeo.


 



Músculos Laríngeos
     La dinámica de la fonación está controlada tanto por músculos extrínsecos, parte de la musculatura del cuello, como por músculos intrínsecos, que se insertan en los cartílagos de la laringe.

Musculatura intrínseca 
     Según el efecto de la contracción de los diferentes componentes de la musculatura intrínseca, los podemos clasificar en tres funciones.
1.    Modificar el aditus laríngeo:
Ensanchándolo al separar los pliegues ariepiglóticos (músculo tiroepiglótico) o reduciéndolo al bajar la epiglotis (músculo ariepiglótico).

2.    Modificar la glotis: ensanchándola al rotar hacia afuera los ariteniodes (músculo cricoaritenoideo posterior) o reduciéndola al rotar hacia adentro los aritenoides (músculos cricoaritenoídeo lateral e interaritenoídeos).
3.    Modificar la tensión de los pliegues vocales o cuerdas vocales verdaderas: tensándolos (músculos cricotirídeo) o relajándolos (músculos tiroaritenoídeo y músculo vocal).

Musculatura Extrínseca:
     La musculatura extrínseca de la laringe, va desde la laringe hasta los órganos vecinos. Corresponde a los músculos esternotiroideo, tirohioideo, constrictor inferior de la faringe, estilofaringeo y palatofaringeo. Su función se relación con el ascenso y descenso de la laringe durante la deglución y la respiración


ESPACIO NASOSINUSAL.

TRANSILUMINACION.

   Esta técnica es también conocida como diafanoscopia. En el pasado constituyó una importante ayuda para el diagnóstico de la patología sinusal. Hoy está totalmente en desuso al disponer de técnicas infinitamente más sensibles.
   El fundamento de esta técnica se basa en que las secreciones purulentas absorben luz, por lo que una reducción en la transiluminación normal del seno maxilar orienta hacia la existencia de una colección purulenta dentro del mismo.
   La exploración se realiza en una sala completamente oscura, introduciendo un diafanoscopio (fuente de luz) en la cavidad oral del paciente. De este modo se evalúa el grado de trasiluminación de los tejidos blandos de la cara en la región anterior del seno maxilar. Hoy, en lugar del diafanoscopio se puede utilizar el fibroscopio flexible como fuente lumínica.
   La exploración de los senos frontales se realiza iluminándolos a través del ángulo interno de la órbita, si bien para que se logre la transiluminación en estos senos tienen que ser muy grandes, o haber estado operados.
  


   Radiografía simple.

   En el momento actual, para la consecución de imágenes de la nariz y de los senos se dispone de varias técnicas: radiografía simple, TC, RM y angiografía. Bien utilizadas, individualmente o de forma combinada, las imágenes obtenidas pueden permitir una visualización muy buena de las características y la extensión de los procesos patológicos de estas regiones anatómicas.
   Desde principios del siglo XX las imágenes radiográficas simples han constituido un método rápido y sencillo para evaluar las estructuras maxilofaciales. Hoy se puede afirmar que la radiología convencional, o simple, de nariz y senos ha pasado a la historia de la radiología; sólo en muy limitados casos su interés sigue vigente. Esta caída en desuso es debida a que se trata de estudiar un área muy compleja, con múltiples estructuras de diferentes densidades radiológicas, lo que hace que haya una gran superposición de elementos sobre la placa radiográfica.
   La realización de la Rx simple no requiere ninguna preparación previa del paciente. Se pueden realizar con el paciente sentado o erguido y es imprescindible una inmovilización de la cabeza al realizarla. 
   La dirección del rayo incidente viene dada por los ángulos que forma éste con relación a dos planos ortogonales del cráneo, también conocidos como planos de referencia:

-       Plano vertical: es el plano sagital medio y es el que establece las relaciones de simetría del cráneo.
-       Plano horizontal: es plano orbitomeatal que pasa por el ángulo externo del ojo y por el centro del CAE.

   El  ángulo que forma el rayo incidente con el plano orbitomeatal  se denomina ángulo orbitomeatal y es positivo cuando está abierto por encima del plano y negativo si está abierto por debajo del plano.
   El ángulo que forma el rayo incidente con el plano sagital medio se denomina ángulo sagital, se considera positivo si se encuentra abierto del lado de la región a radiografiar y negativo para la apertura opuesta.
   El centraje del rayo incidente viene dado por el punto de entrada y de salida del mismo en el cráneo.

 

Rx simple de Pirámide Nasal.

     La radiografía simple de la pirámide nasal todavía mantiene cierto interés para la valoración de los traumatismos nasales. Se pueden realizar tres proyecciones: de cara, de perfil y vertical.

-       La proyección de cara se realiza con una inclinación del cráneo de -15º del plano orbitomeatal.

-       Para realizar la proyección de perfil el paciente se coloca sentado. El plano sagital y el plano de la placa han de ser paralelos. Se centra el rayo por encima del ala de la nariz.

   Su interés es la visualización de las partes blandas de la nariz y la bóveda ósea nasal. Debe permitir la visualización de los huesos propios de perfil, las partes blandas de la pirámide, especialmente el contorno cutáneo del dorso nasal y debe haber una superposición de las apófisis orbitarias de cada lado del hueso frontal. Se puede realizar también mediante un cliché puesto contra la nariz.





Proyección vertical.

     Se puede realizar de dos formas: mediante la incidencia de Gosserez y Treheux, o mediante la proyección vertical de la cara.
     Incidencia de Gosserez y Treheux. Es una incidencia póstero-anterior. Se puede realizar con el paciente sentado o de pié. La cabeza está hiperextendida apoyándose la placa sobre el mentón. El plano orbitomeatal ha de quedar a -70º y el plano sagital a 0º.

     El rayo se centra en el entrecejo y es paralela a la arista del dorso nasal.Existe una variante que es realizarla en antero-posterior.
     Para que la placa sea útil, la bóveda nasal ha de poder ser vista a través de la bóveda craneal frontalmente y debe de haber una simetría de las apófisis orbitarias externas con la pared lateral del cráneo.

     La proyección vertical de la cara se puede realizar con el paciente de pié o sentado mientras sujeta una película radiológica entre los dientes.
     El rayo es tangente a la frente, perpendicular al plano del cliché radiológico, pasa por el ángulo interno de la órbita y por los incisivos superiores.
   Para que esta proyección pueda considerarse útil ha de permitir una visualización de los huesos propios y de las partes blandas de la pirámide nasal.


   Rx simple de los Senos Paranasales.

     Dada la espectacular evolución tecnológica que la ORL ha experimentado en el campo de la imagen, la Rx simple de los senos se ha visto totalmente relegada y desplazada por la TC.
     El gran problema que se plantea con las imágenes sinusales de RX simple es que las estructuras situadas entre el tubo de Rx y la placa radiográfica aparecen superpuestas; cuando además se asocian procesos inflamatorios, estos oscurecen aún más la detallada anatomía de esta área. Esto hace que los diagnósticos deducidos mediante imágenes obtenidas de los senos con la Rx convencional sean en muchas ocasiones erróneos, sobre todo por una alta incidencia de falsos positivos de patología sinusal. Con respecto a la cirugía no se puede utilizar la Rx simple para determinar la necesidad de una cirugía endoscópica de los senos, ni para guiarla. 

     Para intentar eludir la superposición de estructuras y poder realizar un análisis de los senos en su conjunto  es necesario realizar estas cuatro proyecciones estándares: Waters, Cadwell (Towne), Hirzt y lateral, si bien solamente dos son efectivas, la de Waters y la de Cadwell. Cada incidencia tiene un interés médico y anatómico concreto. La exposición a la radiación con estas cuatro posiciones está entre 40 y 60 mSv, de todas formas los detalles de la exposición radiográfica (kilovoltaje, distancia, etc) varían con el aparato utilizado y las preferencias de cada radiólogo.

     El primer dato antes de examinar una Rx simple de senos, es valorar si cumple los criterios de una correcta realización, que como veremos, en cada incidencia vienen dados por una serie de señales anatómicas simples.

     Bien realizadas y en manos expertas permiten visualizar y valorar: el tercio inferior de la cavidad nasal y de los senos maxilares; el contorno de los senos frontales y el plano sagital medio a través del seno esfenoidal; permite visualizar niveles de fluido en el seno maxilar y en el frontal.

     Por el contrario son escasamente visibles: el tercio inferior del seno frontal; la arquitectura anterior y posterior del seno etmoidal; y no permite en absoluto la visualización del complejo osteomeatal.

 
Proyecciones



 Proyección de Waters, mento-naso-placa u occipito-mentoniana. Los franceses la denominan incidencia de Blondeau.




     El rayo ha de penetrar con una inclinación caudal de 15º, para que la porción petrosa del temporal quede por debajo del seno maxilar permitiendo una imagen nítida de este seno. Si se realiza con la boca abierta se puede visualizar además los esfenoidales.
     Son criterios de una correcta realización: equidistancia del reborde orbitario externo con la tabla interna de la bóveda lateral; el borde superior del los peñascos ha de quedar por debajo de los rebordes inferiores de los senos maxilares. 
     Visualiza principalmente y muy bien los senos maxilares, los huesos cigomáticos, el suelo de las órbitas y parte del seno esfenoidal. No visualiza el laberinto etmoidal y se ven mal los frontales.


 Proyección de Caldwell o potero-anterior estricta (fronto-naso-placa). Los franceses la denominan incidencia de cara alta o frontonasal.



La posición del paciente puede ser la bipedestación, sentado o en decúbito dorsal. Para su correcta realización se han de alinear el plano sagital del paciente a la línea media de la mesa, dándole un giro a la mesa de manera que el plano órbitomeatal quede a unos 15º. El haz de radiación debe ser perpendicular a la lámina perpendicular del etmoides, incidiendo en glabela, perpendicular a la frente y a la nariz. Es importante que las crestas petrosas queden niveladas visualizándose entre  los tercios inferiores y medios de las órbitas. La distancia foco-película será a 1 m y con bucky, mientras que el tamaño de la película puede ser 8x10 ó 10x12.
   Citerior de correcta realización: equidistancia de la línea innominada-tabla interna de la bóveda craneal; bordes superiores de los peñascos en el tercio inferior de las órbitas.
   Se visualizan los senos frontales, el laberinto etmoidal y, con menos nitidez, los maxilares. A nivel de la bóveda se pueden visualizar los senos frontales y sus posibles prolongaciones supraorbitarias. El laberinto etmoidal que se visualiza es el resultado de la superposición de celdas etmoidales con una disminución de su transparencia. En el compartimento anterior de la base del cráneo se aprecia el suelo de la silla turca y el yugum esfenoidal.



Proyección lateral o de perfil. Se utiliza para la visualización tanto del cráneo en general como de los senos, ya que proporciona una vista de conjunto de los huesos de la cabeza.


Su realización viene definida por una incidencia con el plano orbitomeatal en 0º, plano sagital medio + 90º, y el centraje se realiza en un punto 2 cm por encima del plano orbitomeatal en la vertical que pasa por el trago.
     Son criterios de su correcta realización la superposición de los techos de las órbitas y de las alas mayores del esfenoides. Debe poderse analizar siempre la charnela cérvico-occipital de la columna vertebral.
     En la parte más anterior de la bóveda craneal se puede visualizar el seno frontal. En la base del cráneo puede visualizarse la silla turca y el yugum esfenoidal. En el macizo facial se puede apreciar los senos maxilares y las partes blandas del cavum.
   Permite visualizar el seno esfenoidal, al igual que los límites anterior y posterior de los senos maxilares y frontales. En los niños tiene un interés práctico añadido, pues es suficiente esta proyección + un Waters. Es necesario sujetarlo manualmente para estudiar el macizo facial y más concretamente el cavum y los senos de forma rápida, evitando tener que someter al paciente a anestesia, ésta es necesaria para conseguir la inmovilizada en la realización del TC.
 


Incidencia de Hirtz o submentoniana del vértice y la base.

     Permite la visualización  axial de la base del cráneo y del macizo facial. Son criterios de una correcta realización de esta incidencia: la mandíbula ha de quedar superpuesta simétricamente respecto al macizo facial y la sínfisis mandibular se superpone a los senos frontales.
     El macizo facial aparece superpuesto al compartimento anterior donde pueden visualizar mal las órbitas y los senos maxilares. Las FN aparecen superpuestas a las celdas etmoidales. Más atrás se visualiza el cavum. Existe una variante de esta incidencia denominada variante hiperaxial cuyo interés reside en que separa la parte anterior del macizo facial y de la base del cráneo.
  
     Incidencias orbitarias oblicuas derecha e izquierda. Estas incidencias pueden utilizarse en casos muy determinados.


   Datos que aporta la radiología simple:
  • Disminución del contenido aéreo de los senos: se mostrará como una opacidad parcial o total.
  • Acumulación de líquido en los senos. El líquido da una transparencia de opacidad.
  • Engrosamiento de la mucosa. Se aprecia un engrosamiento de la mucosa con aire central.
     La información obtenida con esta técnica es muy limitada ya que sólo permite valorar relativamente los senos más voluminosos, pero el sistema laberinto etmoidal y la pared lateral de las fosas nasales no se visualizan. Además es discutible el significado patológico de las imágenes de ocupación que se encuentran en estos estudios. En los pacientes sometidos previamente a cirugía sinusal, la Rx simple proporciona muy pocos datos de interés y hoy se aconseja prescindir de ella.


Radiología digital.
  
     En el momento actual hay una tendencia de utilizar la Rx digital para las radiografías de los senos, como ha ocurrido con la radiología de otras áreas anatómicas. Mediante este postratamiento de la imagen se obtiene una mejor modulación del contraste y una mejor visualización de la trama ósea. En el caso de los senos el aumento de la imagen o la inversión de la misma no tienen interés.
   Por tanto la digitalización o numerización de la imagen es un pequeño progreso técnico que permite ver mejor las estructuras proporcionando menos radiación pero que no aporta nuevas informaciones.


Politomografía de los senos paranasales.

     Históricamente la aparición de la politomografia consiguió una mejora considerable en la visualización de la arquitectura ósea de los senos. Permitía la realización de imágenes en los planos coronal y sagital. Las estructuras óseas más pequeñas tendían a quedar oscurecidas por artefactos fantasmas y difuminación, especialmente en la unidad osteomeatal. Estos artefactos pueden tomar el aspecto radiográfico de fluido o mucosa del tejido blando, aumentando el porcentaje de diagnósticos con falsos positivos y oscureciendo la visualización de las estructuras adyacentes.
     La exposición a la radiación era alta, pues un único plano utilizando imágenes de 5 mm de grosor equivale aproximadamente a cuatro veces la utilizada para las imágenes de una Rx simple.


Ecografía.

     Los ultrasonidos, tanto en su modalidad A (amplitud) como en su modalidad B (brillo), en teoría podrían evaluar el estado de los senos paranasales.
    El uso de los ultrasonidos se basa en el principio de que sus ondas se reflejan al cambiar de medio por el que se propagan, si son medios con propiedades acústicas diferentes. Si el seno contiene un fluido, se reflejará un eco desde la pared posterior del seno. Si el seno está ventilado de forma normal, el sonido es reflejado totalmente por la pared anterior del seno.
     En los estudios realizados se ha podido apreciar que la evaluación realizada con ultrasonidos se acerca a la realizada mediante Rx simple. Incluso algunos estudios los describen como más sensibles que la Rx simple para discriminar el fluido de la mucosa cuando es espeso. Se ha indicado esta técnica para realizar en urgencias, niños y gestantes.
    Es una técnica muy limitada, tanto por ser sólo accesible a las regiones sinusales maxilar y frontal, como por la información un tanto elemental que proporciona.


Tomografía Computarizada.

     Es la técnica de imagen de elección en la patología nasosinusal, especialmente en la patología traumática e inflamatoria, de tal forma que hoy se ha establecido como estudio de rutina imprescindible en el diagnóstico y seguimiento terapéutico de la patología nasosinusal.
     Para su realización se requiere ayuno previo del paciente por si es preciso administrar contrastes radiológicos. Es necesaria la colaboración del paciente, ya que la cabeza ha de estar fija para evitar movimientos, es por esto que en determinados pacientes puede ser necesaria algún grado de sedación. Se han de retirar todos los objetos metálicos de los que el paciente sea portador en el área de estudio. Se han de evitar los artefactos relacionados con la presencia de elementos metálicos o con los movimientos del paciente.
     La inyección intravenosa de contraste yodado se reserva para el estudio de las lesiones tumorales y de las complicaciones de la patología inflamatoria rinosinusal. Permite una opacificación vascular y tumoral.
    Los contrastes en la densidad identifican el aire en los senos, la grasa en la órbita y los tejidos blandos delineados por el aire en la cavidad nasal.
    Se puede realizar en dos planos de corte: axial y coronal del cráneo, ambos planos son complementarios para la visualización de todos los grupos sinusales. También pueden realizarse cortes en plano sagital y en oblicuo.






     Cortes en el plano coronal o transversal. El eje de referencia está constituido por la bóveda palatina. El primer corte debe de realizarse por debajo de la bóveda palatina, en la arcada alveolar, con objeto de incluir el receso alveolar de los senos maxilares.  En este plano se pueden apreciar con precisión la sistematización de las celdas etmoidales. Se visualizan muy bien las paredes laterales de las órbitas, los dos tercios superiores de la cavidad nasal y el receso frontal. Con respecto al seno esfenoidal se puede valorar su relación con el nervio óptico y la arteria carótida interna. Constituye el mejor mapa de orientación para la cirugía endoscópica nasosinusal.



    Los cortes scanográficos en el plano axial,  o frontal, son paralelos al plano orbitomeatal y perpendiculares a los cortes horizontales. El primer corte ha de pasar a través de los senos frontales y el último a través de los esfenoidales. Estas imágenes en sección transversal permiten valorar la densidad del tejido blando en cavidad nasal, senos, órbita y cavidad craneal.
    Este plano resulta de gran interés para mostrar la lámina cribosa del etmoides, su altura e integridad, así como el suelo de las órbitas. Se puede visualizar la anatomía del meato medio y de forma complementaria la sistematización de las celdas etmoidales. También se visualizan claramente las relaciones entre los recesos alveolares de los senos maxilares y los ápex dentales.
     El intervalo de corte puede variar de 1 a 5 mm según de la indicación de la prueba y el número de planos que se hayan de efectuar.  
   Es importante que la angulación del cráneo sea la correcta y que la imagen sea simétrica. 
    Hoy existen procedimientos de software que con cortes axiales permiten realizar reconstrucciones en 2D y 3D en cualquier plano con una excelente definición ósea y una buena discriminación de partes blandas. Esto permite que no sea necesario colocar al paciente en posiciones incómodas para poder conseguir, mediante reconstrucciones de planos, la visualización de cualquier plano y además se evita toda superposición de estructuras.
    Hoy se dispone además de otro procedimiento de software espectacular, denominado endoscopia virtual y que permite realizar reconstrucciones de imágenes tridimensionales. Permite visualizar las fosas y las cavidades sinusales como cuando se visualizan estas cavidades por vías endoscópicas, pero que es de escaso valor diagnóstico, si bien puede ser una interesante herramienta pedagógica. Su fundamento es el principio de la consecución de imágenes de volumen, idéntica a la reconstrucción 3D.
    Otro avance en esta técnica ha sido la aparición de los TAC multicorte que han permitido reducir el tiempo de la exploración y reducir la dosis de radiación.
   Desde que se realiza cada vez más cirugía funcional endoscópica de los senos, las imágenes TAC han ganado protagonismo, ya que son fundamentales para determinar el procedimiento quirúrgico y garantizar la seguridad y precisión del mismo.  
  
La valoración ósea de las imágenes TAC permite la visualización de:
  • Lesiones líticas sin esclerosis marginal. Estas sugieren procesos agresivos.
  • Lesiones con remodelación y esclerosis. Sugieren procesos crónicos.
  • La ocupación de las celdas aéreas por sí misma es inespecífica. Permite valorar la extensión de la misma.
  • Es el único sistema que permite la valoración del estado de los canales osteomeatales de drenaje y de todo el complejo osteomeatal, lo que es fundamental de cara al tratamiento quirúrgico y para la valoración de los resultados del mismo.
  • Seguimiento de los procesos patológicos.

Resonancia magnética.

      La RM estudia los senos en los tres planos del espacio. Es menos sensible que el TAC para la valoración de estructuras óseas, pero es de elección para las partes blandas, se considera el método indicado para la valoración de posibles complicaciones, en la patología tumoral y siempre como complemento a los estudios con TC. Solicitar una RM en casos de sospecha de procesos inflamatorios o traumáticos carece de sentido. No obstante estamos ante una técnica en constante evolución por lo que desconocemos futuras aplicaciones.

Las desventajas de la RM para el estudio de los senos son:
-       Las imágenes de la mucosa nasal, cuando se obtienen en la fase obstructiva del ciclo nasal, pueden parecerse a cambios patológicos.

-       Aunque tiene una buena resolución del tejido blando,  la visualización del hueso cortical es pobre. Esto hace que la RM no pueda mostrar la fina anatomía ósea de los senos y por tanto de sus conductos de drenaje.

     La preparación para su realización es similar a la del TAC, pero además se han de valorar las contraindicaciones específicas de la RM: marcapasos, clip ferromagnéticos, etc. Como para el TAC es imprescindible una buena inmovilización de la cabeza lo que supone, a veces, una sedación previa.
   Para el estudio del macizo facial deben realizarse secuencias ponderadas en T1 y T2 con cortes axiales y coronales y en ocasiones sagitales.
   Puede ser necesario la administración de contraste I.V La utilización de contraste paramagnético, ayuda a delimitar la extensión de las lesiones sólidas o expansivas, definir componentes quísticos o necróticos y utilizando diferentes tipos de secuencias, delimitar de forma grosera el margen del tumor de la reacción inflamatoria perilesional. Por tanto, el contraste paramagnético se utiliza en los casos de procesos expansivos. El contraste hace que la RM sea más específica y sensible que el TAC para el diagnostico de neoplasias y mucoceles.
   La RM permite diferenciar entre neoplasias y enfermedad inflamatoria en el 90% de los casos.
   Permite evaluar la extensión de procesos rinosinusales a sus áreas colindantes: órbitas, cuello y endocráneo.
   Como ha ocurrido con el TAC, han aparecido nuevos software que permiten realizar reconstrucciones tridimensionales con las imágenes de RM, logrando una imagen completa de la cabeza del paciente, lo que tiene cierta utilidad en caso de malformaciones y como estudio previo a la cirugía reconstructiva.  Existe además un procedimiento mediante el cual es posible lograr un molde del macizo facial a partir de la información de una imagen tridimensional. Consiste en un sistema que talla un molde en una sustancia acrílica. En esta pieza el cirujano puede ensayar y planificar su intervención en casos de malformaciones.


Angiografía

     La angiografía diagnóstica convencional va perdiendo valor puesto que otros métodos menos cruentos proporcionan suficiente información para el diagnóstico. En la actualidad sólo se realiza como fase previa a un tratamiento intravascular.
    El conocimiento previo de la anatomía vascular del macizo facial es fundamental para la interpretación de estas imágenes y para la planificación de los tratamientos basados en esta técnica. En ORL se utiliza fundamentalmente para el tratamiento de epistaxis incontrolables, de la enfermedad de Rendu-Osler, y embolización prequirúrgica de tumores.
    La angiografía por TC y por RM ha representado un gran avance como métodos de diagnóstico.
    Dado que la circulación sanguínea es más rápida que la toma de datos y, por tanto, en las imágenes las arterias y venas dan una señal negativa, es posible sustraerlas para lograr visualizarlas. Se encuentra especialmente indicada en el diagnostico de tumores vasculares.


RADIOGRAFÍA DE ARTICULACIÓN TEMPOROMAXILAR (ATM)

 Es la articulación entre el hueso temporal y la mandíbula. En realidad son dos articulaciones, una a cada lado de la cabeza, que funcionan sincrónicamente. Es la única articulación móvil entre los huesos de la cabeza.

Por que se toma: Esta radiografía se toma normalmente para visualizar y determinar inflamaciones, dolores y deformidades.

Preparación para el examen: Quitar los objetos radiopacos de la zona a radiografiar.


RADIOGRAFÍA DE CONDUCTO AUDITIVO INTERNO


     Está contenido en una cavidad laberíntica del peñasco, por dentro de la caja del tímpano llamada laberinto óseo. Este encierra el laberinto membranoso, que tiene la misma forma que el laberinto óseo, pero no se adhiere a sus paredes de las que está separado por el espacio perilinfático que contiene la peri linfa.




Para que se toma: Esta radiografía se toma normalmente para visualizar, objetos extraños, inflamaciones y deformidades

Preparación para el examen: Quitar los objetos radiopacos de la zona a radiografiar.


RADIOGRAFÍA DE ORBITAS

Las órbitas son las dos cavidades situadas a ambos lados de la línea media de la cara destinadas a alojar los globos oculares y sus anexos.

Se toma para.

Esta radiografía se toma normalmente para visualizar fracturas, inflamaciones y deformidades.
 
     

Preparación para el examen:

Quitar los objetos radiopacos de la zona a radiografiar.



ESPACIOS CERVICALES

Dividimos el cuello en espacios creados a partir de la fascia Cervical profunda, formada por tres capas. Este tipo de división anatómica es la más útil para el radiólogo en los cortes axiales de TC y RM y son los que vamos a describir.
Los espacios cervicales son los compartimentos delimitados por la fascia cervical profunda, que está formada por:

      La capa superficial se inserta superiormente en el reborde mandibular, desde donde desciende, insertándose en el hioides, reborde clavicular y manubrio esternal. Engloba a los músculos esternocleidomastoideo y trapecio, y a las glándulas parótidas y submaxilares. (Fig.1, Línea y espacios rojos).

      La capa media o pretraqueal, formada a su vez por dos láminas, superficial y profunda; la lámina superficial engloba al vientre superior del músculo omohioideo y al esternohioideo y la lámina profunda engloba a los vientres del músculo esternotirohioideo. (Fig. 1, Línea y espacios amarillos)

      La capa profunda o prevertebral separa los compartimentos anterior y posterior del cuello, cubriendo por delante a los músculos escalenos, elevador de la escápula y prevertebrales. El nervio frénico, que discurre por la cara anterior del musculo escaleno, y el plexo braquial, van a quedar cubiertos por esta fascia. (Fig. 1. Línea y espacio azules)

Además encontramos.

      La vaina carotídea, que va a englobar al eje vasculonervioso carotídeo formado por la arteria carótida común, la vena yugular interna, y el nervio vago. (Fig. 1. Línea y espacio naranjas)
      La vaina visceral va a recubrir las vísceras cervicales: faringe, laringe, tráquea, esófago, tiroides y paratiroides (Fig. 1. Línea espacio verde)



Fig. 1: Imagen axial donde distinguimos los distintos espacios cervicales delimitados por las distintas capas de la fascia cervical profunda. 
Referencias: R. Cabrejas Morales; Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares, SPAIN



Para una mejor comprensión de los distintos espacios cervicales, podemos dividirlos en función de su relación con el hueso hioides:

      Espacios supra-hioideos
1.    Espacio parotídeo 
2.    Espacio masticador
3.    Espacio parafaríngeo 
4.    Espacio faringomucoso
5.    Cavidad oral: Espacio sublingual, submandibular y bucal 

      Espacios supra e infrahioideos:
1.    Espacio carotideo 
2.    Espacio retrofaríngeo
3.    Espacio perivertebral 

     Espacios infrahioideos
1.    Espacio visceral
2.    Espacio cervical posterior

El estudio se comienza con los espacios viscerales del cuello desde la región más craneal a caudal y de lateral a medial, comenzando por los espacios supra-hioideos.


ESPACIOS SUPRAHIOIDEOS

Espacio Parotídeo

     Localizado posterior al músculo masetero, el espacio parotídeo (Fig. 2, espacio de color azul a la izquierda) se encuentra formado por hojas de la fascia cervical superficial



Fig. 2: Imagen axial donde vemos los límites del espacio parotídeo con parte de su contenido. El nervio facial, o más visible, la vena retromandibular, dividen la glándula en superficial y profunda.  
Referencias: R. Cabrejas Morales; Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares, SPAIN



El contenido de este espacio comprende:
      La glándula parótida con el conducto de Stenon (Fig. 2  de color verde a la izquierda)
      El nervio facial, que divide a la glándula parótida en lóbulo superficial y profundo (Fig. 2, de color amarillo a la izquierda)
      Vena retromandibular, más visible que el anterior, y por tanto referencia anatómica usada con frecuencia. (Fig. 2 y Fig. 3, de color azul oscuro a la izquierda)
      Arteria carótida externa y arteria maxilar interna Ganglios intraparotídeos.


Fig. 3: Reconstrucción en el plano coronal donde observamos con mayor detalle el espacio parotídeo con la vena retromandibular.  
Referencias: R. Cabrejas Morales; Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares, SPAIN




Espacio masticador
Este espacio también se sitúa en el espacio suprahioideo y está formado por un desdoblamiento de la capa superficial de la fascia cervical profunda (Fig. 4, de color marrón a la derecha)



Fig. 4: Imagen axial a la altura del espacio masticador. El foramen oval pone en comunicación este espacio extracraneal con la fosa media. 
Referencias: R. Cabrejas Morales; Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares, SPAIN





Contiene:
      La mandíbula (Fig. 4, de color amarillo a la izquierda)
      Los músculos de la masticación (Fig.4, de color rojo a la izquierda
      La división mandibular del nervio trigémino, que sale a través del forámen oval. Este hecho es importante porque las lesiones en este espacio pueden invadir la fosa craneal media, y del mismo modo, procesos intracraneales pueden hacerse extracraneales. Es la denominada "CHIMENEA DEL ESPACIO MASTICADOR"


Espacio Parafaríngeo

     Se trata de un espacio suprahioideo en localización central, que mantiene importantes relaciones con la mayoría de espacios cervicales. De modo que la importancia de este espacio radica en cómo las masas de los espacios circundantes desplazan la grasa de este espacio. (Fig. 4, de color morado a la derecha) Se extiende desde la base del cráneo hasta el hueso hioides.


Fig. 5: La importancia del espacio parafaríngeo reside en cómo se modifica su morfología al crecer masas de compartimentos vecinos. Especial relevancia tiene distinguirlo del espacio parotídeo por las implicaciones en la cirugía. 
Referencias: R. Cabrejas Morales; Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares, SPAIN

Presenta una morfología triangular en los cortes axiales, correspondiendo:
      La cara anterolateral a la fascia pterigoidea medial, que lo separa del espacio masticador.

      La cara medial corresponde a la fascia faringobasilar.

      La cara lateral está en contacto con el espacio parotídeo. Es importante distinguir cuando una lesión procede del espacio parafaríngeo o del espacio parotídeo por el distinto abordaje quirúrgico que realizan los cirujanos: en el caso de lesiones parafaríngeas se abordará desde la boca o región submandibular, mientras que el acceso parotídeo queda reservado a lesiones del lóbulo parotídeo profundo.

      En su región más caudal de este compartimento está dividido en dos compartimentos: el preestiloideo y el postestiloideo, que en realidad se corresponde con la vaina carotídea.

Espacio Faringomucoso
Nos referimos en realidad a la mucosa y submucosa que tapizan la naso y orofaringe (así como cavidad oral y porción suprahioidea de la hipofaringe). (Fig. 6, de color verde)
 

Fig. 6: Imagen axial con el espacio faringomucoso.  
Referencias: R. Cabrejas Morales; Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares, SPAIN







El contenido de este espacio comprende:
      Mucosa de naso y orofaringo
      Tejido linfoide del anillo de Waldeyer: adenoides y amígdalas
      Fascia faringobasilar
      Músculos constrictores faríngeos
      Músculo salpingofaríngeo


CAVIDAD ORAL: ESPACIOS SUBLINGUAL Y SUBMAXILAR

El Espacio Sublingual

     Está localizado en el suelo de la boca, limitado anterior y lateralmente por la mandíbula, y posteriormente por el hueso hioides. Cranealmente se sitúa la mucosa oral, y caudalmente el músculomilohioideo. (Fig. 7, de color morado a la derecha)



Fig. 7: Imagen axial con los límites del espacio sublingual así como parte de su contenido. 
Referencias: R. Cabrejas Morales; Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares, SPAIN




Contiene:
      Músculo milo-hioideo (Fig. 7 on page 25 y Fig. 8 de color rojo)
      Músculo genio-hioideo (Fig. 7 on page 25 y Fig. 8, de color rojo)
      Músculo genio-gloso (Fig. 7  de color rojo)
      Glándulas salivares submandibulares (Fig. 7 de color verde)
y conducto submandibular
      Ramas mandibulares del nervió trigémino, nervio glosofaríngeo e hipogloso

   Fig. 8: Reconstrucción en el plano coronal donde se aprecian los distintos planos mucosos que se encuentran en el espacio sublingual  
   Referencias: R. Cabrejas Morales; Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares, SPAIN

Por su parte el ESPACIO SUBMANDIBULAR es posterolateral al sublingual, estando ambos comunicados.

Contiene:
• Lóbulo superficial de la glándula submandibular
• Ganglios linfáticos


ESPACIOS SUPRA E INFRAHIOIDEOS


A continuación pasamos a repasar los espacios que se extienden de manera longitudinal, tanto en el espacio supra como infrahioideo, empezando de anterior a posterior por el espacio carotideo, a continuación el espacio retrofaríngeo y por último el espacio prevertebral.


Espacio carotídeo

Espacio supra e infrahioideo de morfología cilíndrica que se extiende desde la base del cráneo hasta el cayado aórtico. Rodeado por la VAINA CAROTÍDEA, formada por la unión de las tres capas de la fascia cervical profunda. (Fig. 9 , de color amarillo)


   Fig. 9: Imagen axial del espacio carotídeo con el paquete vascular compuesto por vena yugular y arteria carótida interna.  
Referencias: R. Cabrejas Morales; Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares, SPAIN

Contiene:
      Arteria carótida común e interna
      Vena yugular interna; generalmente de mayor calibre en el lado derecho
      Nervio glosofaríngeo, vago, espinal accesorio, hipogloso y cadena simpática
      Ganglios de la cadena yugular interna

Espacio retrofaríngeo
Este espacio es una delgada línea grasa que queda entre los músculos constrictores de la faringe y los músculos prevertebrales. Se extiende cráneo-caudalmente en el espacio supra e infrahioideo, desde la base del cráneo hasta la altura aproximada de D3. (Fig.10 y Fig. 11, en color rojo).



Fig. 10: Imagen axial donde se distingue una delgada línea grasa que queda posterior a la faringe y que forma el espacio retrogaríngeo.  
Referencias: R. Cabrejas Morales; Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital
Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares, SPAIN





 
Fig. 11: Reconstrucción sagital que representa al espacio retrofaríngeo extendiéndose desde la base del cráneo hasta la altura aproximada de D3.  

Referencias: R. Cabrejas Morales; Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital
Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares, SPAIN





Habitualmente es indistinguible del ESPACIO PELIGROSO, a través del cual los procesos patológicos pueden llegar al mediastino

El contenido del espacio retrofaríngeo es:

      En su porción suprahioidea ganglios linfáticos, que forman las cadenas media y lateral, y grasa.

      En su porción infrahioidea únicamente contiene grasa



Espacio perivertebral

Formado por la fascia cervical profunda, que al fijarse a las apófisis transversas forma un compartimento anterior y otro posterior (Fig. 12, de color marrón):
 


Fig. 12: Imagen axial con el espacio perivertebral. La inserción en la apófisis espinosa delimita los compartimentos anterior y posterior.  
Referencias: R. Cabrejas Morales; Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares, SPAIN



      Compartimento anterior, encontramos:

1.    Cuerpos vertebrales
2.    Médula espinal 
3.    Arterias vertebrales
4.    Nervio frénico 
5.    Músculos paravertebrales y escaleno

      Compartimento posterior, que contiene: 
1.    Elementos vertebrales posteriores
2.    Músculosparaespinosos


ESPACIOS INFRAHIOIDEOS


Espacio visceral

     Limitado por la capa media de la fascia cervical profunda, se extiende desde el hueso hioides hasta el mediastino (Fig. 13 y Fig. 14 de color verde).


Fig. 13: Imagen axial con el espacio visceral en color verde conteniendo tiroides, tráquea y esófago.  
Referencias: R. Cabrejas Morales; Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares, SPAIN




Contiene:
      Laringe
      Hipofaringe
      Glándula tiroides y paratiroides
      Tráquea
      Esófago
      Ganglios linfáticos
      Nervios recurrentes laríngeos


Espacio cervical posterior
Este espacio se encuentra junto a la porción más inferior del espacio carotideo, junto al músculo esternocleidomastoideo y los músculosparaespinales (Fig. 14, de color verde oscuro)


Fig. 14: Imagen axial del espacio cervical posterior. Referencias: R. Cabrejas Morales; Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares, SPAIN





Está compuesto fundamentalmente por:
      Grasa
      Nervio accesorio espinal y escapular dorsal
      Ganglios linfáticos espinales accesorios de la cadena cervical profunda